Inversores solares 1 fase

La elección entre inversores solares monofásicos o trifásicos depende de varios factores como la capacidad del sistema de paneles solares, las conexiones disponibles y cualquier plan futuro de gestión energética. Preste especial atención a estos aspectos, ya que como técnico podrá aconsejar a su cliente sobre qué inversor solar se adapta mejor a sus necesidades específicas.

Un inversor solar es un componente fundamental en cualquier instalación de paneles solares, ya que convierte la corriente continua (CC) inutilizable (generada por los paneles solares) en corriente alterna (CA).

La corriente alterna es idónea para los electrodomésticos y otros equipos eléctricos, y cualquier exceso de energía que se genere puede devolverse a la red.

¿Inversor monofásico o trifásico?

Por lo general, se pueden distinguir dos tipos de inversores: Inversores monofásicos y trifásicos. Estas son las principales diferencias entre los dos tipos:

Diferencia en la alimentación: Los inversores monofásicos alimentan una sola fase (cable) de corriente alterna. Un inversor monofásico es suficiente para las aplicaciones residenciales. Un inversor trifásico alimenta tres fases de corriente alterna (tres cables) y es más recomendable para grandes proyectos residenciales y aplicaciones comerciales.

Eficiencia y capacidad: Los inversores monofásicos se adaptan mejor a instalaciones más pequeñas con potencias de hasta unos 10 kW. Los inversores trifásicos son recomendables para proyectos más grandes, ya que pueden gestionar más potencia al mismo tiempo con tres cables.

Equilibrio del sistema: Como un inversor monofásico aporta energía mediante un solo cable, es más vulnerable a potencias más altas que un inversor trifásico, que suministra energía mediante tres cables. Utilizar un solo cable puede generar un desequilibrio en la red eléctrica local. Un inversor trifásico distribuye la carga entre las fases de forma más eficiente, lo que garantiza un sistema equilibrado.

¿Cuándo optar por un inversor monofásico?

Los inversores monofásicos son ideales para proyectos residenciales o instalaciones comerciales pequeñas, donde se trabaja con potencias bajas. Además, de media, el inversor monofásico es más barato. El único aspecto negativo de un inversor monofásico es que es menos flexible en cuanto a gestión y optimización de la energía.

Los inversores monofásicos están disponibles hasta una potencia de 10 kW. Esto significa que si usa un inversor monofásico con una capacidad de 8 kW, puede conectarle un máximo de 20 paneles solares de 400 W.